Sopa de camote asado: una receta para sentirse reconfortado después de las fiestas

12

Después del ajetreo del Día de Acción de Gracias (o de cualquier gran comida festiva), muchos cocineros se encuentran con una gran cantidad de ingredientes. Esta receta aborda tanto los productos sobrantes como los productos frescos no utilizados, en este caso, un excedente de batatas. El objetivo es simple: crear un plato fácil y reconfortante que requiera el mínimo esfuerzo después de pasar días en la cocina.

El secreto del dulzor: tueste lento y bajo

La clave de esta sopa es maximizar el dulzor natural de las batatas. A diferencia del asado a alta temperatura, la cocción suave a baja temperatura convierte los almidones en azúcares de manera más efectiva. Este método, inspirado en la técnica del chef Kenji López-Alt, implica una hora inicial a una temperatura más baja, seguida de un breve aumento para promover el dorado y un desarrollo más profundo del sabor. El resultado es una base naturalmente más dulce y rica para la sopa.

Preparación sencilla, máximo sabor

La receta en sí es sencilla. Comience sudando la cebolla, el ajo y la zanahoria cortados en cubitos en una olla sopera para crear una base aromática fundamental. Una vez ablandados, agregue las batatas asadas y suficiente caldo de pollo (o verduras) para cubrir. Licue hasta que quede suave. Una pequeña adición de jugo de naranja ilumina el perfil de sabor sin dominar el dulzor de las patatas.

Refinamiento opcional: cepa para una suavidad sedosa

Para aquellos que buscan la mejor textura, pasar la sopa por un colador de malla fina elimina los restos de fibras. Si bien este paso agrega trabajo extra, la diferencia en la sensación en boca es notable.

Una guarnición brillante: Gremolata de pistacho y naranja

Para terminar, una guarnición vibrante realza el plato. Esta receta presenta una variación de gremolata, que combina pistachos triturados, ralladura de naranja (del jugo de naranja), cebolletas en rodajas finas, menta picada y un chorrito de aceite de oliva. La guarnición añade frescura, brillo y un agradable contraste de textura.

La belleza de esta receta radica en su sencillez. Es un ejemplo perfecto de cómo un mínimo esfuerzo puede generar el máximo confort, convirtiendo el exceso post-vacacional en una comida profundamente satisfactoria.