El chocolate Scharffen Berger destaca como una rara historia de éxito en la confitería estadounidense. A diferencia de la mayoría de las marcas estadounidenses que históricamente dependieron de la producción en masa, Scharffen Berger surgió a fines de la década de 1990 con un enfoque en la calidad y la complejidad, cualidades tan sorprendentes que la propia Julia Child lo declaró el mejor chocolate estadounidense que jamás había probado.
Un recién llegado que cambió el juego
La marca debutó en el Food & Wine Classic en Aspen, donde su rico y decadente sabor inmediatamente llamó la atención de los paladares más exigentes. Si bien los chocolates europeos dominaban el mercado de alta gama en ese momento, Scharffen Berger demostró que se podía elaborar un chocolate excepcional en el país. Lo que la distingue es que fue la primera marca estadounidense en mostrar abiertamente los porcentajes de cacao en su empaque, un estándar que desde entonces se ha vuelto omnipresente. Esta transparencia señaló un compromiso con la calidad y permitió a los consumidores comprender la intensidad del chocolate.
De la tienda especializada a la distribución nacional
La línea de productos inicial era simple: barras semidulces y agridulces, lo que establecía un alto nivel para la producción de chocolate estadounidense. Con el tiempo, Scharffen Berger se expandió al chocolate para hornear con distintos porcentajes de cacao, barras con mezclas (coco tostado y café, cerezas, almendras y sal marina) y chocolates rellenos (praliné de pistacho salado, dulce de leche, caramelo de almendras). La marca también se aventuró en delicias cubiertas de chocolate como galletas Graham, pretzels, nueces y pistachos.
Por qué es importante
El ascenso de Scharffen Berger refleja una tendencia más amplia hacia la producción artesanal de alimentos. Antes de la década de 1990, el chocolate estadounidense se centraba en gran medida en el dulzor y la asequibilidad, sacrificando a menudo la profundidad del sabor. Scharffen Berger cambió eso, demostrando que los consumidores pagarían más por la calidad y la complejidad. Este cambio allanó el camino para una nueva generación de fabricantes de chocolate estadounidenses que priorizaron el origen del cacao, la fermentación y las técnicas de tostado.
Un chocolate para cada ocasión
Ya sea que prefiera saborear una barra simple, dejar que sus sabores se derritan en su paladar o incorporarla a un pastel o soufflé de chocolate sin harina, Scharffen Berger ofrece una experiencia premium. Las galletas Graham cubiertas de chocolate, en particular, se destacan, ya que presentan una gruesa losa de chocolate con leche combinada con una galleta fina y crujiente.
En última instancia, Scharffen Berger demuestra que en Estados Unidos se puede elaborar un chocolate excepcional, desafiando la noción de que sólo las marcas europeas pueden ofrecer un verdadero placer.

























